Alejandra, mamá de tres, amaba las uñas. Cuando necesitó trabajar, decidió usar su talento. Empezó en casa, con amigas y vecinas. 

Alejandra entendió el poder de las redes sociales, con fotos de sus creaciones y consejos sobre cuidado de uñas, atrajo a nuevos clientes y construyó una comunidad en línea, el boca a boca también jugó un papel importante; sus clientas satisfechas recomendaban sus servicios a otras personas. Alejandra no solo se enfocó en la calidad de su trabajo, sino también en crear un ambiente acogedor y relajante para sus clientes, sabía que muchas mujeres buscaban un momento de cuidado personal y conexión. Hoy, "Ale Nails" es un negocio próspero, reconocido por su creatividad, profesionalismo y el amor que Alejandra pone en cada detalle, pero más allá del éxito comercial, Alejandra se siente orgullosa de haber construido un espacio donde la belleza y la amistad se encuentran, y de haber demostrado a sus hijos que con pasión y esfuerzo, los sueños se hacen realidad. quería ofrecerles eso.